Las energías renovables representan ya algo más del 33 por ciento de la potencia eléctrica instalada en Andalucía, muy por encima del total nacional situado en un 16 por ciento. El nuevo complejo del Andévalo, que Iberdrola Renovables adquirió a Gamesa, se ha convertido en la instalación eólica más grande de la Europa Continental. Las instalaciones situadas en el sur de la provincia de Huelva, entre los municipios de El Almendro, Alonso, San Silvestre y Puebla de Guzmán, fueron inauguradas hace un mes por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el presidente nacional de Iberdrola Renovables, Ignacio Galán.
El funcionamiento de estos aerogeneradores de última generación que se activan con una velocidad mínima del viento de 4 metros por segundo, permite convertir en energía eléctrica la fuerza del viento. El complejo situado cerca de la costa atlántica, en una zona donde sopla un fuerte viento continuo, posibilita la generación de una nueva energía verde completamente sostenible. Todo ello proporciona un valor muy importante al avance total de las energías renovables en la comunidad andaluza.
Desarrollo tecnológico
Pero la energía eólica no es algo nuevo y su origen es tan remoto como el uso de los molinos de viento, usados desde antaño. El viento como fuerza motriz existe desde la antigüedad y en todos los tiempos ha sido utilizado como tal. Así, ha movido a barcos impulsados por velas o ha hecho funcionar la maquinaria de los molinos al mover sus aspas. Pero, fue a partir de los años ochenta del siglo pasado, cuando este tipo de energía sufrió un verdadero impulso. Este fenómeno crece de forma imparable en nuestros días. Su auge en parques eólicos viene motivado por las condiciones tan favorables que existen de viento en Andalucía, donde este recurso natural es tan excepcional. Así ocurre en esta comarca onubense del Andévalo, que desde ahora apuesta por utilizar la fuerza del viento como motor de un favorecedor desarrollo sostenible.
Fuente
El funcionamiento de estos aerogeneradores de última generación que se activan con una velocidad mínima del viento de 4 metros por segundo, permite convertir en energía eléctrica la fuerza del viento. El complejo situado cerca de la costa atlántica, en una zona donde sopla un fuerte viento continuo, posibilita la generación de una nueva energía verde completamente sostenible. Todo ello proporciona un valor muy importante al avance total de las energías renovables en la comunidad andaluza.
Desarrollo tecnológico
Pero la energía eólica no es algo nuevo y su origen es tan remoto como el uso de los molinos de viento, usados desde antaño. El viento como fuerza motriz existe desde la antigüedad y en todos los tiempos ha sido utilizado como tal. Así, ha movido a barcos impulsados por velas o ha hecho funcionar la maquinaria de los molinos al mover sus aspas. Pero, fue a partir de los años ochenta del siglo pasado, cuando este tipo de energía sufrió un verdadero impulso. Este fenómeno crece de forma imparable en nuestros días. Su auge en parques eólicos viene motivado por las condiciones tan favorables que existen de viento en Andalucía, donde este recurso natural es tan excepcional. Así ocurre en esta comarca onubense del Andévalo, que desde ahora apuesta por utilizar la fuerza del viento como motor de un favorecedor desarrollo sostenible.
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